Somos padres y madres del Siglo XXI, lo cual implica que convivamos con nuevas realidades familiares, nuevos avances tecnológicos y por supuesto nuevas maneras de acercarnos a nuestros hijos e hijas. Este es el objetivo que persigue este post, presentaros el nuevos taller destinado a madres y padres, y destinado a conocer y aplicar una nueva manera de atender y educar a nuestros hijos.
Desde que comenzó esta maravillosa aventura de tener hijos, todos deseamos lo mejor para ellos: evitarles todo aquello que pueda hacerles daño, los juguetes que más les estimulan para cada época, los mejores centros escolares, los mejores amigos y amigas, etc. Pero las exigencias de nuestro día a día, y las que nosotros nos autoimponemos, hace que sin darnos cuenta otorguemos más importancia a aspectos que ellos nunca recordarán, y lo hagamos en un estado de ánimo perjudicial para todos (estrés, enfado, impaciencia, etc).
Más vale un poco de desorden, o cenar un poco más tarde, si hemos podido pasar un rato agradable antes de irnos a dormir, interesándonos por cómo ha sido su día, implicándonos en una actividad que le gusta, o simplemente reirnos juntos. ¿Acaso recordamos si el salón de nuestra casa estaba ordenado o si cenábamos a las nueve en punto, cómo hechos significativos de nuestra infancia? ¿o lo que recordamos es aquel cuento que me contaban, aquel día en que nos disfrazamos, o que hicimos una caseta en el salón?.
“Lo que necesitan nuestros hijos es pasar tiempo de calidad con nosotros. De no ser así manifiestan esta necesidad a través de conductas que consideramos negativas y que censuramos, perdiéndonos una valiosa información para poder entenderles y conocerles”.
La realidad, es que no siempre es fácil conciliar nuestra vida profesional con la familiar, y disponemos de poco tiempo para poder compartir espacios junto a ellos. Pero podemos intentar que sean de gran calidad, de manera que se sientan queridos, valorados y apoyados. Estos sentimientos serán la base para que consigan desenvolverse en la vida con la autonomía y la autoestima que les haga crecer felices, y les permita desarrollar unas sanas relaciones a lo largo de su vida.
Olvidamos que somos y seremos las personas que más marcaremos su historia, somos su principales modelos.
Entendamos que nuestras obligaciones diarias, nos hacen empaparnos de unas emociones que, como unas gafas mal graduadas, no nos permiten ver lo verdaderamente importante y lo que realmente sucede en las situaciones familiares. Primamos el que todo esté yendo según los horarios previstos, no tenemos tiempo para entender qué está originando esa rabieta, o que está generando que cada noche posponga la hora de irse a la cama. No siempre hay un interés en no obedecer, sino ganas de estar más tiempo con nosotros, miedos evolutivos, etc. Necesitamos cambiar de gafas al llegar a casa, y empezar a disfrutar de nuestros hijos y que ellos disfruten de nosotros.
Atendiendo a la importancia de ofrecer a nuestros hijos la mejor versión de nosotros mismos, mejorar las relaciones familiares y acabar con las desagradables sensaciones que acumulamos en cuanto a nuestro desempeño como padres y madres, os propongo participar en este taller en el que en varias sesiones trabajaremos los siguientes temas:
- Importancia de conocer y gestionar sus y mis emociones.
- Límites y normas. Gestión de conflictos.
- Comunicación sana: sin gritos, amenazas y castigos.
- Trabajo en equipo: objetivos familiares.
- Tiempo libre de calidad.
¡¡Si nos proponemos nuevos retos, no olvidemos el reto de mejorar como madres y padres!!
Duración: 3 sesiones de 2 horas de duración.
¿Te interesa el taller? Contacta conmigo y hablamos sobre los detalles.